Platicando con el Paletero

Antes yo no era uno de ellos. Los miraba desde mi carro. Les sacaba la vuelta. Y subia mi ventana. Yo no era parte de su mundo. No entendia el pretexto de andar por las calles sacandole platica a todo mundo. Al del pan. A la de la fruta. Al paletero. Yo no entendia porque eran insensibles a mi y a mi vidrio. Y porque al decir que no, lo seguian limpiando. Por que la muchacha hiba caminando por toda la banqueta. Sin cubrirse del sol. Y sin tapar sus ojos.

Y esque yo tenia mi agenda. Yo era propietaria de mi tiempo. La vida era apresurada. Y el mundo era solo mio. Ellos solo eran ellos. Fue hasta despues de ser forzada a andar en taxi. Despues de caminar por todo el centro. Con mis ninas, sin carriola, solo para distraernos en el unico parque, que era el mas cercano de mi casa. El entender que si les daba hambre, no hay quien les regale un pan. Que si no te alcanza para el libre, tendras que ir sentado por toda la ruta del camion. Y mirar a tanta gente. Con el nino. Sin carriola. Con gallinas. Sin zapatos. Y cargando huevos. Y despues de entregarle mis 15 pesos al de la fruta, me senti en abundancia. Porque mire dentro de sus ojos negros. Cansados. Ambrientos. Sudados. Y entonces entendi.

Que el mundo es completamente para todos. Que no es verdad que somos intitulados. Por tener oportunidades. Que este pais es el unico que ellos conocen; asi. Sencillo. Humilde. Careciendo algunas libertades. Sin derechos de algunas oportunidades. Fatigoso. Y aun asi lo aman.

Estoy agradecida. Porque gracias a este contratiempo, ya conozco al tortillero. Ya le regalo un peso al nino de la tienda. Me desvio a platicar con la senora de los tamales. Para que mi hija juege a los Shopkins con su nieta. Gracias a este "inconveniente", entendi que soy suertuda de tener un papel magico, que me permite ir a ganarme un dolar. Y con gusto se lo doy al paletero. Quien le subio el precio a sus paletas. De 10 pesos a 18.

#SimplifyingLife